Es fundamental mantener nuestros amigurumis limpios para prevenir daños prematuros. A continuación, te brindamos algunos consejos sobre cómo lavar tus amigurumis:
- Lavado a mano: En general, es preferible lavar los amigurumis a mano para evitar daños. Llena un recipiente con agua tibia y añade un detergente suave, como el que se usa para lavar ropa delicada.
- Sumergir con cuidado: Sumerge el amigurumi en el agua con jabón y muévelo suavemente para que el detergente penetre en las fibras y elimine la suciedad. Evita frotar o retorcer el amigurumi, ya que esto podría deformarlo o dañar las fibras.
- Enjuague meticuloso: Después de limpiar el amigurumi, enjuágalo cuidadosamente con agua limpia para eliminar cualquier residuo de detergente. Asegúrate de que todo el jabón se haya eliminado por completo.
- Secado delicado: Exprime suavemente el exceso de agua del amigurumi sin retorcerlo. Luego, colócalo en una toalla limpia y presiona suavemente para absorber más humedad. Finalmente, déjalo secar al aire en una superficie plana, alejado de la luz directa del sol y de fuentes de calor, para evitar que se decolore o deforme.
- Evitar lavadora y secadora: A menos que las instrucciones específicas del amigurumi indiquen lo contrario, evita lavarlo en la lavadora y secarlo en la secadora, ya que esto podría causar daños irreparables.
- Cuidado con los detalles: Si el amigurumi tiene detalles delicados como botones, lentejuelas o bordados, asegúrate de manipularlo con cuidado durante el lavado para evitar dañar estos elementos.
Recuerda siempre revisar las instrucciones de cuidado específicas que puedan venir con el amigurumi, ya que algunas técnicas de tejido o materiales pueden requerir precauciones adicionales. Si tienes alguna pregunta específica sobre el cuidado de un amigurumi en particular, no dudes en preguntar.