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¿Cómo limpiar mis amigurumis?

Es fundamental limpiar tus amigurumis para preservar su apariencia y resistencia a lo largo del tiempo. Aquí te ofrecemos algunos consejos:

  1. Limpieza superficial: En la mayoría de los casos, una limpieza superficial será suficiente. Utiliza un cepillo suave para quitar el polvo y la suciedad de la superficie. Un cepillo de dientes suave o uno de maquillaje son ideales para esta tarea.
  2. Lavado a mano: Si tu amigurumi está muy sucio, puedes lavarlo a mano con agua tibia y un detergente suave. Sumerge el amigurumi en agua jabonosa y frótalo delicadamente con las manos para eliminar la suciedad. Evita frotar con fuerza para no dañar las fibras.
  3. Evita lavadora y secadora: A menos que las indicaciones del amigurumi digan lo contrario, evita lavarlo en la lavadora y secarlo en la secadora. El calor y la fricción pueden dañar las fibras y la estructura del tejido.
  4. Secado al aire: Después de lavar a mano el amigurumi, escúrrelo suavemente sin retorcerlo y déjalo secar al aire sobre una toalla. Asegúrate de que esté completamente seco antes de guardarlo para evitar moho y malos olores.
  5. Cuidado con los detalles delicados: Si tu amigurumi tiene botones, lentejuelas o cuentas delicadas, manipúlalo con cuidado durante la limpieza para no dañar estos elementos.
  6. Revisar las instrucciones: Siempre es recomendable consultar las instrucciones específicas de cuidado que puedan acompañar al amigurumi, ya que el material y la técnica de tejido pueden variar, teniendo diferentes requisitos de limpieza.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener tus amigurumis limpios y en óptimas condiciones por mucho tiempo. Si tienes alguna duda sobre un amigurumi en particular, no dudes en preguntar.